El reciente ataque ruso contra una instalación educativa militar en el centro de Ucrania ha dejado una estela de devastación y dolor. Con 47 personas fallecidas y al menos 206 heridas, este ataque se ha convertido en uno de los más mortíferos desde el inicio de la invasión a gran escala de Moscú en febrero de 2022. La tragedia ha sacudido a la comunidad local y ha reavivado los llamados de Ucrania a sus aliados occidentales para obtener más apoyo en defensa aérea.
El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, ha sido enfático en su respuesta. Según la información preliminar, dos misiles balísticos alcanzaron la instalación educativa y un hospital cercano en la mañana del martes. Zelensky ha reiterado la necesidad urgente de sistemas de defensa aérea y misiles en Ucrania. “Los sistemas de defensa aérea y los misiles son necesarios en Ucrania, no en algún lugar en un almacén”, afirmó en un comunicado. Además, hizo un llamado a los aliados occidentales para que levanten las restricciones impuestas a los militares ucranianos, permitiéndoles utilizar sus armas para atacar dentro de Rusia. “Cada día de retraso es, por desgracia, la muerte de personas”, añadió.
El ministro de Asuntos Exteriores ucraniano, Dmytro Kuleba, también ha subrayado la urgencia de recibir más sistemas de defensa. En una entrevista con Christiane Amanpour de CNN, Kuleba explicó que el misil alcanzó su objetivo en muy poco tiempo, y las personas murieron mientras intentaban entrar en el refugio antiaéreo. “La única forma de interceptarlos era contar con el sistema Patriot o un sistema de defensa antiaérea SAMP/T”, declaró Kuleba. Aunque Ucrania ha recibido algunos sistemas de defensa antiaérea Patriot de Estados Unidos y Alemania, Kyiv ha insistido en que el número es insuficiente para una defensa eficaz.
La administración de Biden ha priorizado las capacidades de defensa aérea de Ucrania sobre otros países para “asegurar la supervivencia” del país. Sin embargo, Kuleba dejó claro que las nuevas armas no pueden llegar lo suficientemente pronto. “No sé cuántas tragedias más como ésta tienen que ocurrir para que se cumplan todas las promesas y se asuman todos los nuevos compromisos”, añadió, reiterando los llamados de Zelensky para que se envíen más sistemas de defensa a Ucrania.
Las autoridades locales han declarado tres días de luto en Poltava, describiendo el martes como un “día terrible”. Por razones de seguridad, no se han dado más detalles al respecto. El Ministro del Interior ucraniano, Ihor Klymenko, informó que los servicios de emergencia ya habían controlado un incendio en el lugar de los hechos y sacado a más de 10 personas de entre los escombros. Ahora están retirando los escombros, añadió. El ataque también dañó varios edificios de la zona, con ventanas destrozadas y fachadas de bloques de viviendas de gran altura afectadas por las ondas expansivas.
Moscú no ha hecho comentarios sobre el ataque, pero un conocido bloguero militar ruso, Vladimir Rogov, informó que Rusia había atacado una escuela militar en Poltava. Este silencio oficial contrasta con la gravedad del ataque y la magnitud de la tragedia.
El contexto de este ataque es complejo y multifacético. Por un lado, Ucrania se encuentra en una posición desesperada, luchando por su supervivencia y pidiendo ayuda a la comunidad internacional. Por otro lado, los aliados occidentales enfrentan sus propios desafíos y limitaciones, lo que complica la entrega rápida y efectiva de ayuda militar.
