En la vereda Inda Sabaleta, en Tumaco, Nariño, se vivió un episodio de tensión y violencia que ha dejado a la comunidad y al Ejército en una situación de confrontación y desconfianza mutua. Los hechos ocurrieron cuando el Ejército Nacional ingresó a la zona con el objetivo de ejercer control territorial. Sin embargo, lo que debía ser una operación de rutina se convirtió en un enfrentamiento que dejó, según la comunidad, una persona muerta y varios heridos.
La comunidad de Inda Sabaleta ha denunciado que los uniformados dispararon en medio de niños y habitantes del corregimiento Llorente. En un vídeo publicado por Blu Radio, se puede escuchar a los residentes gritando: “¡Respeten, hay niños, hay civiles!”. Estas palabras reflejan el miedo y la desesperación de una población que se siente atrapada en medio de un conflicto que no parece tener fin.
Por su parte, el Ejército asegura que su ingreso al territorio fue para hacer presencia institucional y garantizar la seguridad de las comunidades locales. Según su versión, fueron atacados con pistolas por personas que estarían asociadas a grupos armados ilegales. Los uniformados afirman que evitaron cualquier tipo de confrontación con la población civil y buscaron proteger los Derechos Humanos de la comunidad. Ante la supuesta asonada, decidieron reubicar a sus soldados.
Las autoridades en Nariño han solicitado una investigación para esclarecer los confusos hechos. Según el Ejército, ya se han iniciado las investigaciones pertinentes para determinar el tiempo, modo y lugar de los acontecimientos. Sin embargo, la comunidad sigue exigiendo respuestas claras y acciones concretas para evitar que situaciones similares se repitan.
El Espectador habló con la Policía Nacional, quienes aseguraron que el resguardo indígena Inda Sabaleta es una vereda que pertenece al corregimiento de Llorente. A pesar de existir una subestación en esa zona, la vereda queda aproximadamente a una hora del corregimiento, por lo que el Ejército es quien tendría control en ese punto específico de los hechos. Esta información añade una capa más de complejidad al caso, ya que pone en evidencia la falta de coordinación y claridad en las responsabilidades de las diferentes fuerzas de seguridad.
El Ejército no ha revelado cuántos pobladores atacaron a sus tropas, lo que dificulta la comprensión y el esclarecimiento de los hechos. Sin embargo, destacaron que este no es el primer incidente en el que se busca obstruir y detener las acciones legales de las autoridades en este sector. Según ellos, algunas personas intentan constantemente evitar el accionar legítimo de las instituciones.
Este incidente en Tumaco no es un caso aislado. La región ha sido escenario de múltiples conflictos entre la comunidad, el Ejército y grupos armados ilegales. La falta de confianza entre las partes y la presencia constante de violencia han creado un ambiente de inseguridad y miedo. La comunidad de Inda Sabaleta, como muchas otras en Colombia, se encuentra en una situación de vulnerabilidad extrema.
Es crucial que las autoridades realicen una investigación exhaustiva y transparente para esclarecer los hechos y determinar responsabilidades. La comunidad necesita respuestas y, sobre todo, garantías de que su seguridad será protegida. El Ejército, por su parte, debe revisar sus protocolos de actuación para evitar que situaciones como esta se repitan.
La situación en Tumaco es un reflejo de los desafíos que enfrenta Colombia en su camino hacia la paz y la reconciliación. La presencia de grupos armados ilegales, la desconfianza en las instituciones y la violencia constante son obstáculos que deben ser superados. La comunidad de Inda Sabaleta, como muchas otras, merece vivir en paz y seguridad. Es responsabilidad de todos, autoridades y ciudadanos, trabajar juntos para lograrlo.