El Gobierno de Gustavo Petro ha presentado un borrador de la nueva reforma tributaria que propone un cambio significativo en el impuesto conocido como el 4×1.000, que pasaría a ser el 5×1.000 en Colombia. Este cambio ha generado un debate considerable entre diversos sectores de la sociedad, desde gremios bancarios hasta analistas económicos y ciudadanos comunes.

El Ministerio de Hacienda emitió el reporte que detalla esta propuesta. Según el documento, el incremento del impuesto es necesario para garantizar nuevos recursos y aumentar el recaudo, con el objetivo de cubrir el presupuesto del próximo año. La norma especifica que este incremento se implementará en 2025, pero luego volverá al 4×1.000 en los movimientos financieros.

El consumo en Colombia ha mostrado una caída en agosto de 2023, lo que añade una capa de complejidad a la discusión sobre la reforma tributaria. La nueva disposición mantiene lo aprobado en la anterior reforma tributaria, que establece que el gravamen desaparecerá desde diciembre de 2024 para cuentas con transacciones menores a $16,4 millones mensuales.

Gremios como Asobancaria han señalado que, aunque estos impuestos son necesarios para el Estado, deberían ser revisados. Según varios analistas locales, el 4×1.000, que ahora se propone sea 5×1.000, actúa como una barrera para que más personas depositen sus ahorros en el sistema financiero. El gobierno ha indicado que en los próximos días socializará los cambios propuestos con esta nueva reforma tributaria.

El presidente Gustavo Petro ha sancionado la reforma tributaria, y se espera que el proyecto de ley sea aprobado una vez el Congreso dé luz verde al presupuesto del próximo año. Con esta reforma, el gobierno busca recaudar otros $12 billones.

Además del cambio en el impuesto del 4×1.000 al 5×1.000, la reforma tributaria incluye otras modificaciones significativas. Entre ellas, se propone disminuir gradualmente la tarifa del impuesto de renta para las personas jurídicas, pasando del 35 % al 30 % en un plazo de cinco años, comenzando en 2025 con una reducción al 34 %. También se plantea incrementar la tasa mínima de tributación para las personas jurídicas del 15 % actual al 20 %. Además, se busca subir la tarifa única sobre las ganancias ocasionales que reporten las sociedades anónimas y las sociedades limitadas del 15 % al 20 %.

La propuesta de aumentar el impuesto del 4×1.000 al 5×1.000 ha generado diversas reacciones. Por un lado, algunos economistas argumentan que este incremento es necesario para fortalecer las finanzas públicas y garantizar la sostenibilidad fiscal del país. Señalan que el aumento del impuesto permitirá al gobierno financiar programas sociales y proyectos de infraestructura que son cruciales para el desarrollo del país.

Por otro lado, hay quienes critican la medida, argumentando que podría tener efectos negativos en la economía. Algunos analistas advierten que el aumento del impuesto podría desincentivar el uso del sistema financiero formal, llevando a un aumento en el uso de efectivo y transacciones informales. Esto, a su vez, podría dificultar la lucha contra la evasión fiscal y el lavado de dinero.

Además, la medida podría afectar a los pequeños ahorradores y a las micro y pequeñas empresas, que ya enfrentan desafíos significativos en el entorno económico actual. La carga adicional del impuesto del 5×1.000 podría representar un obstáculo para su crecimiento y desarrollo.

En cuanto a la disminución gradual de la tarifa del impuesto de renta para las personas jurídicas, esta medida ha sido bien recibida por el sector empresarial. La reducción del impuesto podría incentivar la inversión y la creación de empleo, lo que sería beneficioso para la economía en general. Sin embargo, algunos expertos advierten que la reducción del impuesto debe ser acompañada de medidas que garanticen la equidad fiscal y eviten la erosión de la base tributaria.

El incremento de la tasa mínima de tributación para las personas jurídicas del 15 % al 20 % también ha generado debate. Algunos argumentan que esta medida es necesaria para asegurar que las empresas contribuyan de manera justa al financiamiento del Estado. Sin embargo, otros advierten que el aumento de la tasa mínima podría afectar la competitividad de las empresas colombianas en el mercado global.

Finalmente, la propuesta de subir la tarifa única sobre las ganancias ocasionales del 15 % al 20 % ha sido recibida con escepticismo por algunos sectores. Si bien esta medida podría aumentar el recaudo fiscal, algunos argumentan que podría desincentivar la inversión en ciertos sectores y afectar la dinámica económica.

En resumen, la nueva reforma tributaria propuesta por el Gobierno de Gustavo Petro ha generado un amplio debate en Colombia. El incremento del impuesto del 4×1.000 al 5×1.000, junto con otras medidas fiscales, busca aumentar el recaudo y garantizar la sostenibilidad fiscal del país. Sin embargo, estas propuestas también plantean desafíos y generan preocupaciones en diversos sectores de la sociedad. Será crucial que el gobierno socialice y discuta ampliamente estas medidas para lograr un consenso y asegurar que la reforma tributaria sea efectiva y equitativa.

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