En los últimos días, el departamento de Huila ha sido escenario de una serie de incendios forestales que han puesto en alerta a las autoridades y a la comunidad. Según la Oficina de Gestión del Riesgo del departamento, se han registrado más de 40 incendios en 18 municipios, de los cuales nueve permanecen activos. Estos eventos han generado una respuesta inmediata por parte de los cuerpos de bomberos y otras entidades de emergencia.
En la capital del departamento, Huila, cuatro incendios continúan activos en las veredas Flora Gaita y Busiraco. El cuerpo de Bomberos de la ciudad está trabajando arduamente para controlar estas conflagraciones. En el municipio de Rivera, un incendio en la vereda Termopilas ha afectado 42 hectáreas de pasto y rastrojo. Aunque inicialmente se había controlado, el fuego volvió a activarse, complicando las labores de extinción.
Los otros cuatro incendios activos se encuentran en diferentes municipios. En Palermo, la vereda Bombona está siendo afectada, mientras que en La Plata, dos incendios en la vereda El Rosal están bajo vigilancia. En Yaguará, la vereda Upar enfrenta una situación particular. El propietario de la finca Ocal no permitió el ingreso de los bomberos, lo que ha dificultado las labores de extinción. La alcaldía ya está al tanto de esta situación y se espera una pronta resolución.
Isabel Hernández Ávila, coordinadora de la Oficina para la Gestión del Riesgo de Desastres del Huila, ha expresado su agradecimiento a las unidades de bomberos del departamento. Hernández Ávila aseguró que “las autoridades continúan monitoreando la situación y tomando medidas para prevenir la expansión de los incendios forestales y proteger a las comunidades afectadas”. Este monitoreo constante es crucial para evitar que los incendios se propaguen y causen más daños.
El reporte de la Gobernación de Huila revela cifras alarmantes. Durante el 2024, se han registrado 439 incendios forestales en 36 municipios, afectando más de 4.000 hectáreas de cobertura vegetal. Esta situación ha llevado a que 10 municipios estén en alerta roja, incluyendo Aipe, Neiva, Palermo, Rivera, San Agustín, Villavieja, Yaguará, Baraya, Tello y Teruel. Además, nueve municipios están en alerta naranja y uno en alerta amarilla, lo que indica un riesgo significativo de incendios forestales.
La magnitud de estos incendios no solo afecta la vegetación, sino también la fauna y la calidad del aire. La pérdida de cobertura vegetal tiene un impacto directo en la biodiversidad y en los medios de vida de las comunidades rurales. Además, el humo generado por los incendios puede causar problemas respiratorios en la población, especialmente en niños y ancianos.
La respuesta de las autoridades ha sido rápida, pero la situación requiere una atención continua. La prevención es clave para evitar futuros incendios. Las campañas de concienciación sobre el manejo adecuado del fuego y la importancia de no realizar quemas controladas sin supervisión son esenciales. Además, es fundamental fortalecer las capacidades de los cuerpos de bomberos y dotarlos de los recursos necesarios para enfrentar estas emergencias.
La comunidad también juega un papel crucial en la prevención y control de incendios. La colaboración entre los habitantes y las autoridades puede marcar la diferencia. Es importante que los propietarios de tierras permitan el acceso a los bomberos y sigan las recomendaciones de las autoridades. La solidaridad y el trabajo conjunto son fundamentales para superar esta crisis.