La relación comercial entre Perú y los Emiratos Árabes Unidos (EAU) está a punto de experimentar un notable impulso, gracias a la inminente inversión emiratí en el sector agrario peruano. Este movimiento no solo refleja la creciente interconexión global, sino que también subraya la importancia estratégica de la agroexportación en la economía peruana. Los EAU, un país que importa más del 80% de los productos alimenticios que consume, se presenta como un mercado fértil para las agroexportadoras peruanas, ofreciendo una oportunidad sin precedentes para expandir su alcance y fortalecer su presencia en el Medio Oriente.
A principios de este mes, el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur) de Perú anunció el inicio de negociaciones con los EAU para alcanzar un acuerdo comercial, marcando el comienzo de una nueva era en las relaciones bilaterales entre ambos países. Estas negociaciones, que se espera comiencen en los próximos meses, son un testimonio del creciente interés de los EAU por invertir en Perú, situándose ya entre sus diez principales inversores. La pregunta que surge es: ¿qué podemos esperar de cara al 2024?
Según Álvaro Silva Santisteban, consejero económico comercial de Promperú en Dubái, se prevé la llegada de una inversión emiratí en el primer cuatrimestre de este año, específicamente en el sector agrario. Esta inversión se materializará mediante la compra de participación accionaria en dos agroexportadoras peruanas por parte de fondos de inversión e importadoras de alimentos de EAU. Aunque aún no se ha revelado la cifra exacta de la inversión, este movimiento es el resultado de un trabajo meticuloso con diversos fondos de inversión e importadores para satisfacer la demanda de alimentos en los EAU, considerando su alta dependencia de productos importados.
La estrategia propuesta a estos inversores implica adquirir un porcentaje de la cuota de mercado que deseen cubrir a través de la participación accionaria en empresas peruanas. Esta inversión no solo inyecta capital en las firmas peruanas, sino que también asegura el suministro de productos alimenticios necesarios para los EAU. Además, el interés de los fondos de inversión se extiende a otros sectores clave de Perú, como turismo, alimentos y bebidas, logística, transporte e infraestructura, lo que podría significar un impulso integral para la economía peruana.
El mercado emiratí ya ha demostrado su apetito por los productos agrícolas peruanos, con exportaciones que alcanzaron los 15 millones de dólares el último año. Productos como la granada y la quinua se han convertido en los principales embajadores de la agroexportación peruana en los EAU, a los que se suman paltas, mangos, espárragos, arándanos, y una variedad de ajíes y maíces, entre otros. La pandemia de COVID-19 incluso abrió puertas para el jengibre peruano, destacando la capacidad de adaptación y respuesta del sector agrario peruano ante desafíos globales.
Actualmente, se están realizando esfuerzos para introducir la pitahaya peruana en el mercado emiratí, lo que podría sumarse a la creciente lista de productos peruanos apreciados en los EAU. Esta expansión de la paleta de exportaciones agrícolas no solo diversifica la oferta exportable de Perú, sino que también fortalece su posición como un proveedor confiable y de calidad en el mercado internacional.
En conclusión, la inminente inversión emiratí en el sector agrario peruano es un claro indicador del potencial de crecimiento y desarrollo que ofrece la agroexportación para la economía peruana. A medida que se fortalecen las relaciones comerciales entre Perú y los EAU, se abren nuevas oportunidades para la diversificación económica, la creación de empleo y el fortalecimiento de la presencia internacional de Perú. Este es un momento crucial para el sector agrario peruano, que debe aprovechar al máximo las oportunidades que se presentan para consolidar su posición en el mercado global.
