En la vibrante atmósfera del estadio El Teniente, el encuentro entre Palestino y Nacional se presentó como un desafío crucial para ambos equipos en su aspiración por avanzar en la CONMEBOL – Copa Libertadores 2024. Con la ventaja inicial de Palestino, gracias a su victoria de 2 a 0 en el partido de ida, la tensión era palpable desde el inicio. Sin embargo, el desarrollo del juego reveló una historia diferente, marcada por la determinación de Nacional de revertir el marcador adverso.
Desde las 19:30 horas, el árbitro Andrés Matonte dio inicio a un partido que prometía ser más que un simple enfrentamiento futbolístico; era una batalla de estrategias, preparación y, sobre todo, de pasión. La formación elegida por Pablo Sánchez para Palestino, un 4-3-3, buscaba aprovechar la velocidad y habilidad de sus delanteros Bryan Carrasco, Gonzalo Sosa y Pablo Palacio, apoyados en el medio campo por Nicolás Linares, Fernando Cornejo y Joe Abrigo. Esta disposición táctica apuntaba a mantener el control del juego y buscar ampliar la ventaja obtenida en el primer encuentro.
Por otro lado, Nacional, dirigido por Juan Pablo Pumpido, optó por un esquema 4-4-2, con Antony Silva bajo los tres palos, una sólida línea defensiva compuesta por Brian Blasi, Claudio Núñez, Sergio Ojeda y Leonardo Rivas, y un mediocampo batallador con Juan Fernando Alfaro, Edgardo Orzusa, Orlando Gaona Lugo y Facundo Velazco. La dupla atacante, Diego Duarte e Ignacio Bailone, fue la apuesta de Pumpido para desequilibrar la defensa de Palestino y buscar el gol desde los primeros minutos.
El desarrollo del partido mostró a un Nacional agresivo, que no se dejó intimidar por el resultado adverso del encuentro anterior. La presión constante sobre la defensa de Palestino dio sus frutos, y Nacional logró imponerse con un marcador de 3 a 1. Este resultado no solo evidenció la eficacia ofensiva de Nacional sino también su capacidad para sobreponerse a situaciones adversas. El gol de descuento de Palestino sobre el final del partido fue un mero consuelo ante la superioridad mostrada por Nacional a lo largo del encuentro.
La estrategia de Nacional, centrada en la solidez defensiva y la eficiencia en el ataque, contrastó con la de Palestino, que, a pesar de contar con jugadores de calidad en su delantera, no logró concretar las oportunidades generadas. La actuación de Antony Silva en el arco de Nacional fue determinante, con intervenciones clave que mantuvieron a su equipo en el juego y, eventualmente, les permitieron construir una victoria significativa.
Este encuentro no solo fue un testimonio de la intensidad y la imprevisibilidad del fútbol sino también un recordatorio de que, en competiciones de este calibre, ningún resultado es definitivo hasta que el árbitro señala el final del partido. La capacidad de Nacional para revertir un resultado adverso y asegurar su continuidad en la Copa Libertadores demuestra que la determinación y la estrategia adecuada pueden cambiar el curso de una eliminatoria.