El emblemático embalse de Guatapé, situado a 62 km al oriente de Medellín, en el corazón de Antioquia, se encuentra en una situación crítica. Este cuerpo de agua, que une los municipios de Guatapé y El Peñol, es conocido por su belleza natural y por ser un atractivo turístico de gran importancia tanto para locales como para visitantes de todo el mundo. Sin embargo, la sequía provocada por el fenómeno del Niño ha llevado a una disminución drástica en su nivel, transformando el paisaje y afectando severamente la vida económica de la región. Con una extensión de aproximadamente 2.262 hectáreas, 20 metros de profundidad y albergando alrededor de 1.200 millones de metros cúbicos de agua, el embalse no solo es un sitio de recreación, sino que también aporta aproximadamente el 12% de la energía utilizada en Colombia.
La falta de lluvias y el descenso del nivel del río Nare, fuente principal de abastecimiento del embalse, han convertido este lugar, antes vibrante, en un escenario que se asemeja más a un desierto. Turistas que llegaban con la expectativa de disfrutar de paseos en lancha o barco se han encontrado con una realidad impactante: un embalse prácticamente seco. A pesar de las lluvias esporádicas, como las del 10 de marzo, la situación no ha mejorado significativamente. Un video que circula en la plataforma TikTok revela la magnitud de la sequía, generando asombro y preocupación entre los usuarios de redes sociales. Algunos expresan incredulidad, mientras que otros confirman la grave situación.
La economía local, fuertemente ligada al turismo y a las actividades recreativas que ofrece el embalse, enfrenta un duro golpe. Un total de 33 empresas que operan en el malecón de Guatapé, con alrededor de 300 embarcaciones, se ven directamente afectadas por la disminución del agua. La situación actual no es un evento aislado; ya en febrero se registró un descenso del agua del 21% en tan solo 60 días, según el Ideam. Esta crisis ambiental ha generado un debate sobre las prácticas de desarrollo y turismo en la región. Una publicación del Observatorio de DDHH-Paz-Ambiente en Twitter cuestiona la prisa por construir vías, talar árboles y promover un turismo sin conciencia, señalando las consecuencias negativas de un “falso desarrollo” que no defiende la vida ni el medio ambiente.
La esperanza de muchos reside en la llegada de la temporada de lluvias, que podría incrementar el nivel de agua en ríos, lagos, lagunas y represas, aliviando la situación crítica del embalse de Guatapé. La recuperación de este importante atractivo turístico es crucial no solo para la economía local, sino también para la preservación del medio ambiente y el bienestar de las comunidades que dependen de él. La crisis del embalse de Guatapé es un llamado a la reflexión sobre la importancia de gestionar de manera sostenible los recursos naturales y de promover prácticas de turismo responsable que aseguren la conservación de estos tesoros naturales para las futuras generaciones. Es imperativo que se tomen medidas para mitigar los efectos del cambio climático y proteger nuestros ecosistemas vitales, garantizando así un desarrollo verdaderamente sostenible y equitativo para todos.
